Este tratamiento establece contacto con las capas más profundas de la piel. Se trata de la introducción intradérmica de medicamentos para el tratamiento de lesiones circunscritas, ya que permite la aplicación de dosis precisas evitando los posibles efectos adversos de la administración sistémica. Se aplica bastante gracias a su efectividad en casos de alopecia areata, cicatrices hipertróficas, queloide entre otras. La dosis del medicamento y la frecuencia de las infiltraciones varían según la patología.